Más vale tener pocos amigos pero buenos. Es un gran error rodearse de muchas personas para no vernos solos. Llevarse bien con todo el mundo e invitar a nuestra casa a alguien por el solo hecho de que nos ha caído bien son un arma de doble filo.
La intimidad debe ser compartida sólo con los afectos sinceros.
Resulta imprescindible tener intereses, valores y criterios para construir un proyecto de vida propio, que no dependa de nadie y enriquezca el mundo interior. Nos permitirá valorizar nuestra soledad y nos ayudará a intercambiar experiencias con nuestros semejantes.
COMO SUPERAR EL MIEDO A LA SOLEDAD
- Adaptarse, porque las mentes rígidas, intolerantes y llenas de prejuicios son presa fácil de la soledad. Las abiertas y flexibles, no.
- Recuperar las ilusiones y las ganas de hacer cosas (volver a bailar, a cantar, a escribir poemas, a estudiar, etc.) nos dará la oportunidad de conocer a gente con nuestras mismas aficiones y con intereses en común.
- Ser solidarios, pensar en el otro, ayudar, anotarse en grupos voluntarios de socorro, es la mejor manera de desviar la atención sobre uno mismo, y desdibujar la soledad, transformándola en una hecho creativo y solidario.
0 comentarios:
Publicar un comentario