Si eres de la clase de persona que tiene problemas para que su sueldo le alcance para terminar la quincena, has llegado al lugar adecuado.
Audítate a ti mismo. No esperes que alguien más llegue a cuestionar la forma en que gastas tu dinero, al punto de que nunca tengas suficiente. Dedica una semana de tu vida a registrar hasta el más mínimo gasto en que incurras. Esto incluye gastos tan aparentemente triviales como propinas y limosnas, la compra ocasional del periódico, un paquete de mentas para el aliento o una barra de jabón. Al pasar la semana, reúne todos esos recibos y notas de gastos y súmalos. Te aseguramos que descubrirás al menos un 10 por ciento de desembolsos que puedes eliminar la siguiente se-
mana y ahorrarte ese dinero.
Abre un plazo fijo. Si recibes paga quincenal, y para el siguiente día diez ya estás revisando tu ropa en busca de dinero olvidado en los bolsillos, he aquí una solución. Abre en el banco un pagaré a siete días el día de paga, con al menos el 40 por ciento del total percibido, y ajústate al dinero que te quedó para la siguiente semana. Cuando vuelvas a necesitar dinero, cobra el vencimiento pasados los siete días. Simple, pero efectivo.
Obviamente siempre queda pedir un aumento de sueldo pero eso ya sabemos que es un poco mas dificil que lo anterior.
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