• Dejarlo estudiar solo unas horas y al final de cada sesión acostumbrarlo a que uno de los padres controlará lo que haya estuiado ese día, sin excepciones. De este modo el joven se sentirá obligado a estudiar cada día.
Como se pueden ayudar a sus hijos con el estudio
• Realizar con él ejercicios, si es una materia que así lo exige. Es una buena medida para ejercitarlo y a la vez comprobar si está estudiando o si hay algún punto que no comprende correctamente.
• Proveerle un diccionario, de modo que no esté preguntando todo el tiempo por el significado de términos que no comprende; al buscarlos él mismo retendrá mejor la palabra.
• Si se observa que el adolescente estudia en su habitación recostado en la cama o en un sofá, insistirle en que conviene sentarse frente a una mesa o escritorio. Estudiar requiere una posición corporal activa para mejorar la concentración, mientras que recostado estudiará más lentamente porque la postura invita más al rélax que a la rapidez mental.