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Problemas de su hijo en la adolescencia

Curiosamente, las fugas suelen ser más numerosas en otoño y en primavera, estaciones que son propicias para la depresión.


En la mayoría de los casos, esta huida es impulsiva, pero siempre combinada con agresividad y provocación. Es una forma de pedir socorro, el signo de un sufrimiento más o menos reconocido.


Cuales son los principales problemas de su hijo en la adolescencia


A La fuga es un acto irreflexivo pero toda modificación del comportamiento del joven debe llamar la atención:


▲ Si el adolescente manifiesta, una oposición que va en aumento dentro de un clima de tensión. A Si evita sistemáticamente todo tipo de conversación o cualquier tipo de encuentro con usted.

▲ Si se nota replegado en sí mismo.

▲ Si amenaza con irse y no regresar nunca más.

Miedo a la soledad

La mejor medicina para la soledad se halla dentro de uno mismo. El equilibrio y la madurez emocional, combinadas con la inteligencia afectiva, ayudan a no tenerle miedo a la soledad, y más aún, a saber obtener beneficios de ella, para pensar, dialogar y relajarse. Tenga en cuenta que:

Más vale tener pocos amigos pero buenos. Es un gran error rodearse de muchas personas para no vernos solos. Llevarse bien con todo el mundo e invitar a nuestra casa a alguien por el solo hecho de que nos ha caído bien son un arma de doble filo.

La intimidad debe ser compartida sólo con los afectos sinceros.


Resulta imprescindible tener intereses, valores y crite­rios para construir un proyecto de vida propio, que no de­penda de nadie y enriquezca el mundo interior. Nos per­mitirá valorizar nuestra soledad y nos ayudará a intercam­biar experiencias con nuestros semejantes.


COMO SUPERAR EL MIEDO A LA SOLEDAD


- Adaptarse, porque las mentes rígidas, intolerantes y lle­nas de prejuicios son presa fácil de la soledad. Las abier­tas y flexibles, no.


- Recuperar las ilusiones y las ganas de hacer cosas (vol­ver a bailar, a cantar, a escribir poemas, a estudiar, etc.) nos dará la oportunidad de conocer a gente con nuestras mismas aficiones y con intereses en común.


- Ser solidarios, pensar en el otro, ayudar, anotarse en grupos voluntarios de socorro, es la mejor manera de des­viar la atención sobre uno mismo, y desdibujar la soledad, transformándola en una hecho creativo y solidario.

Problemas de familia en la adolescencia

El manejo familiar de un hijo adolescente requiere un cuidado exquisito. El diálogo con la expresión simultánea de aspectos infantiles y facetas adultas exige la destreza de un equilibrista.


Ante una apelación a su madurez, no debe sorprender una respuesta infantil, y viceversa. La toma de decisiones en manos de sus padres pasa a ser un paulatino compartir de iniciativas y se acrecientan los temores paternos ("¿podrá ir solo?").


Problemas de familia en la adolescencia del varon


La sexualidad desemboca en un juego de competencia y envidia mutua entre el adolescente y su padre. El cuestionamiento de las actitudes de los mayores se extiende a la sociedad en forma de una conciencia crítica activa.


Toda la historia infantil previa integra un "replay", se carga de nuevos significados. Ninguna conducta adolescente deja de llevar a cuestas su ascendiente de la infancia.


La adolescencia ha pasado a ser un tema digno de especialización. La consulta al pediatra especializado (hebiatra) permite la orientación y el desarrollo de temas difíciles de tratar en el ámbito familiar.

Ser un hombre regular

Si te preocupa llevar tres días sin visitar el excusado, es hora de despertarlo de su letargo. Una digestión perezosa, puede acarrear con el paso del tiempo cáncer y otros trastornos digestivos.


Consumir más fibra, no significa tener que comer alimentos altos en esta todo el tiempo para vencer el estreñimiento, bastará con adoptar nuevos há­bitos alimenticios como los siguientes:


Consejos para ser un hombre regular


Juega el juego de las pieles: Como muchos vegetales y frutas, la pa­pa es una mina de oro en fibra. La próxima vez que la consumas no le quites la piel dice Mindy Hermann especialista en gastroenterología.


Come fresas: No dejes que su pequeño tamaño te engañe. las fresas, moras y frambuesas tienen lo que necesitas. Todo esto por su alto contenido de semillas. Cómelas en el desayuno acompañadas de lo que quieras, yogur por ejemplo.

No exprimas tus frijoles: La siguiente vez que consumas frijoles, no les tires el caldillo, pues tiene un alto porcentaje de fibra. Dice el doctor James W. Anderson. La mayoría de los frijoles de lata vienen con muy poco caldo, inclí­nate por cocerlos tu mismo dentro de un recipiente con suficiente agua.


Cambia de hoja: La gente está acostumbrada a comer lechuga en su en­salada porque piensa que tiene grandes cantidades de fibra. Keith Thomas su­giere utilizar espinacas para la ensalada o combinarlas con la lechuga, pues la espinaca suele tener tres veces más fibra que la típica lechuga.

Como superar un duelo

Perder a un ser querido es lo más duro que nos puede pasar en la vida. Sufrir es inevitable, pero lo normal es que el dolor vaya dando paso a otros senti­mientos menos agudos, como la triste­za, la aceptación, la nostalgia y -finalmente- la necesidad de seguir con nuestra propia existencia. En esta nota analizamos todos los aspectos de un duelo, cuándo es patológico y cuándo no y, además, lo orientamos para supe­rar la crisis lo mejor posible.

Duelo es una palabra que procede del latín dolus, que significa dolor. El duelo es un senti­miento de pérdida provocado por el fallecimiento de un ser querido. Según la persona y la sociedad en la que vive, el due­lo puede ser más o menos intenso, más o menos duradero, pero en cierto momento lo normal es que se vaya apaci­guando.

La muerte es parte de la vida, aunque hay pérdidas que re­sultan muy difíciles de superar. La de un hijo es la más dura, pero también las del marido o la esposa en plena juventud, o las de un ser especialmente querido. La tristeza y el malestar pueden considerarse normales,- depende de la intensidad de las reacciones y de la duración de las mismas el que sean preocu­pantes y haya que buscar ayuda profesional.

Los criterios para que un duelo pueda ser considerado normal o patológico sólo debe fijarlos un ex­perto, pero es importante remarcar que el treinta por ciento de las personas que no han logrado elaborar un duelo co­rrectamente suelen tener ata­ques de pánico años después, según recientes estadísticas. Por ese motivo es fundamental profundizar hoy en el dolor, hasta purificarlo, en vez de pa­gar el alto precio de negar lo que nos sucede.


Como superar un duelo de un ser querido

La duración promedio de un duelo


El dolor se considera normal cuando hay reacciones de tris­teza, insomnio, apatía, pérdida de peso, etc, durante un perío­do de alrededor de dos meses tras el fallecimiento del ser querido. Entonces, no es nece­sario solicitar ayuda profesio­nal. No obstante, la duración de estas reacciones varía enor­memente de unos grupos cultu­rales a otros y de unas personas a otras.

Cuándo consultar con un profesional


Cuando se producen las siguien­tes reacciones durante más de dos meses, el duelo puede con­siderarse grave y es conveniente solicitar ayuda profesional:

- Sentimientos de culpa por las cosas recibidas del fallecido o por las que no se le dieron cuando estaba vivo.


- Pensar que uno debería haber muerto junto a él.

- Sensación de inutilidad.

- Lentitud de movimientos.

- La impresión de escuchar la voz o ver la imagen fugaz de la persona fallecida. Alucinaciones.

Consecuencias de un duelo no elaborado


Dentro de los duelos patológi­cos o difíciles, hay diferentes ti­pos según el tiempo:

Crónico: Al cabo de un año y medio, o más tiempo, la perso­na muestra los mismos síntomas que al principio.


Retrasado: El afectado se impi­de a sí mismo sentir el duelo. Por ejemplo, una madre con hi­jos pequeños que ha enviudado y no se permite llorar porque tiene que trabajar duro para sa­car a su familia adelante.

Exagerado: La persona se encie­rra en su casa y sigue actuando como si viviera el fallecido. No hay adaptación.

Enmascarado: No se acepta inte­riormente la pérdida. Se rehuye hablar del tema. Con el tiempo aparecen trastornos psicológicos que nunca se habían padecido, por ejemplo ataques de pánico, depresión, ansiedad, etc.

Consejos que le ayudarán a recuperarse


Para volver a la normalidad, la persona afectada necesita reto­mar el ritmo de vida que tenía antes de la pérdida. Su estado de ánimo depende de la actividad que tenga.

Salir y distraerse, ya que perma­necer mucho a solas y en la casa agrava el cuadro. Es recomenda­ble empezar algo nuevo, por ejemplo un curso, sobre todo si se trata de una asignatura pen­diente que no se concretó antes por falta de tiempo o espacios personales.

Alivia mucho charlar sobre la persona querida con algún fami­liar o amigo. Y es síntoma de que se está aceptando la pérdida. Hacer actividad física, porque permite descansar mejor por la noche, alivia las tensiones y eleva el estado de ánimo. Si se realiza fuera de casa, mucho mejor.

Comer con regularidad. Al principio cuesta recuperar el apetito, pero hay que esforzar­se. Se puede empezar por inge­rir pequeñas cantidades de ali­mentos en las principales comi­das, c ir aumentando la cantidad poco a poco.

Seguir una rutina porque ayuda mucho a no sentirse solo y va­cío. Las costumbres fijas son las que nos hacen tomar contacto con la realidad. Eso sí, la rutina ha de ser propia,- no conviene seguir realizando las actividades que se compartían con el falleci­do, porque se lo recordará constantemente y con dolor.

Como curar el hipo

Hay mecanismos psicológicos que lo detienen, y aunque no se crea, un simple hipo puede inducir a la muerte


Entre los miles de remedios que se experimentaron contra el hipo, asustar al paciente parece ser el más efectivo. Nadie sabe todavía por qué, pero hay varias hipótesis al respecto.

La creencia es tan antigua que, al estar convencidos de sus efectos eficaces, los afectados ponen en marcha mecanismos psicológicos que detienen el hipo. De modo que no es el susto lo que lo suprime, sino la creencia de que el susto lo logrará.


Como curar el hipo con un susto


En contra de las tradiciones, los médicos indicaron que muere mucha más gente del susto que del hipo, ya que a veces se recurre a métodos muy impre­sionantes para causar el terror salvador. Hubo varias víctimas fatales del hipo, como Heinz Isecke, de 55 años de edad, que vivió en los Estados Unidos. Su ataque duró 8 meses después de ser intervenido quirúrgicamente en 1973. Se debilitó tan­to que murió.

Consejos para despistados

1. Ordenar las tareas por prioridad y realizarlas una a una.

2. No postergar un asunto hasta tenerlo terminado.

3. Al recordar algo urgente, hacerlo al instante.

4. Poner atención a los momentos en los que uno se des­cubre despistado y tomar precauciones frente a esos he­chos.

Consejos para despistados y olvidadizos


5. Mantener el escritorio de trabajo limpio y ordenado.


6. Utilizar trucos para no olvidar obligaciones: poner no­tas en la heladera, hacer nudos en el pañuelo, poner una taza al revés, etc.


7. Aprender a tirar la toalla. Decir basta cuando la exigen­cia supera la capacidad de trabajo, sin culpas ni remordi­mientos.


8. No obsesionarse. Aceptarse tal cual se es, e intentar mejorar en la medida de nuestras posibilidades.


9. Cuidar la mente y el cuerpo. Alimentarse bien, dormir ocho horas, te­ner espacio de ocio y practicar deportes.


10. Llevar una vida sana, redu­cir el alcohol, no fumar, y evi­tar todo tipo de excesos.