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El llanto en el hombre

Resulta un tanto complicado determinar cuáles son las bases fisiológicas del llanto, sobre todo porque hablamos de una reacción fuertemente influida por normas culturales. En los países de Occidente, el llanto es considerado como un signo de debilidad. En cambio, hay otras culturas del mundo —en especial las asiáticas— en donde no es mal visto que un hom­bre derrame lágrimas.

Aunque los del género masculino nos empeñemos en negarlo, llorar produce un alivio de las ten­siones emocionales. Hasta hace pocos años, los científicos no se habían interesado en determinar quiénes lloran más y cuáles son sus consecuencias.

Causas del llanto en el hombre

En una encuesta, tanto los hombres como las mujeres afirmaron que se sentían mucho mejor después de llorar en momentos de aflicción y dolor; las mujeres lloran con una frecuencia cinco veces mayor que los hombres y hay más hom­bres que mujeres que reprimen las lágrimas (datos de países occidentales). Si te da vergüenza demostrar tus sentimientos en público, intenta desahogarte cuando estés a solas; verás que el ali­vio es casi instantáneo.

Problemas de conducta en la escuela

El comportamiento de los hijos puede cambiar tanto de acuerdo al ámbito en el que se encuentran, que al cruzar el umbral de casa parecen que fueran otros niños. En la escuela, puede llegar a ser un pandillero mientras que en casa se porta como un ángel.



Más comunmente de lo que puede parecer, la escuela es el escenario de agresiones físicas entre los chicos, de situaciones de intimidación y de confrontaciones que derivan, alguna que otra vez, en batallas campales si los maestros no intervienen. En muchos casos, hasta los propios maestros y los padres desconocen lo que de verdad ocurre y los protagonistas suelen ocultar. Sin embargo, cuando las peleas son reiteradas, la jornada escolar se puede convertir en un momento que los atemorice y los angustie.


A que se deben los problemas de conducta de los niños en la escuela


Tormentas interiores

La mayor parte de los padres, al enterarse de que su hijo ha sido víctima o agresor puede preocuparse y llegar a un estado de alarma. Pero esto no debería ser así ya que la conducta agresiva de un chico puede ser tan natural como otras tantas de sus facetas infantiles. Desde luego las pulsiones agresivas varían de un niño a otro, pero las conductas impulsivas y de violencia forman parte de la manifestación de su vida emocional, un modo descontrolado de expresar sus miedos y preocupaciones interiores.



También es cierto que la agresión puede tomar distintos estilos que van desde los ataques físicos hasta los verbales, o la destrucción de algo que pertenece al compañero como un juguete o una carpeta de trabajo. Por otro lado, las explosiones agresivas también están vinculadas con diferentes circunstancias ya que puede ser agresivo en la escuela pero no en su casa, o agredir a los más pequeños pero no atacar a los más grandes.



Tensiones latentes

Aunque no sea sencillo, antes de actuar de cualquier modo, es en extremo aconsejable intentar descubrir cuáles son los motivos que se esconden detrás de ciertos comportamientos agresivos manifestados por los chicos.



En principio, es muy importante saber que para los niños tan pequeños, el pelear y pegar forman parte, dentro de su visión del mundo, de los métodos que utilizan para explorar modelos de conducta social que aún no tienen definida.

Por ello, ese tipo de actitudes violentas no son más que la expresión del niño que está aprendiendo a manejar sus habilidades sociales con las consecuentes frustraciones. Por ejemplo, puede pelearse cuando se ve obligado a compartir un juguete o el material escolar con otro compañerito. Asimismo es posible que este tipo de situaciones se vean exacerbadas si antes de su ingreso a la escolaridad el pequeño no ha tenido contacto frecuente con otros pares. La patadas y los golpes sólo pueden significar la intención de acercarse a ellos, solo que no sabe cómo hacerlo todavía.

Aprender a discutir

Una diferencia de opiniones o el contraste de ideas no desemboca, necesariamente, en una pelea: la incomunicación, la violencia verbal y los malos entendidos son vicios de las discusiones que podemos aprender a cambiar. Si se logran expresar las emociones y los miedos en una forma respetuosa y de entendimiento mutuo, una relación (ya sea de amigos, de pareja o de familia) mejorará notablemente.



Conocer los errores más comunes a la hora de enfrentarse con los demás puede ayudarnos a manejarnos en forma consciente, sabiendo perfectamente lo que debemos y lo que no debemos hacer.

Claves para prender a discutir

Nunca hay que intentar imponer nuestras ideas por sobre las de los demás. Esta acción tan sólo obtiene como respuesta una afirmación más fuerte de tas concepciones contrarias a las propias: así, no se puede producir un intercambio de opiniones si¬no tan sólo una lucha por la "razón".
La comprensión es fundamental. Ponerse en d lugar del otro e intentar vernos a nosotros mismos en su situación nos ayuda a entender sus puntos de vista y a eliminar diferencias.

Echar la culpa de un problema al otro no resuelve nada. Aunque la mayoría de las veces ni siquiera nos demos cuenta, es muy común culpar los demás por lo que nos sucede. Por esto, es importante reflexionar cuidadosamente sobre lo que se siente.


Resulta importante evitar la explosión emocional. Una discusión puede llevarnos a decir cosas hirientes que en realidad no sentimos si tenemos la costumbre de reprimir nuestros sentimientos.
Lo importante en una discusión es lograr coincidencias para el enfoque hacia una situación. Cualquier tema secundario, cualquier conclusión insatisfactoria, cualquier divergencia del tema principal no son nada más que obstáculos en el camino.


Antes de expresar cualquier idea, es necesario pensar cuidadosamente en lo que se va a decir. ¿Realmente me siento de esta manera? ¿Creo profundamente en lo que estoy diciendo? ¿Conozco verdaderamente mis sentimientos sobre este tema?

Mentiras de los adolescentes a sus padres

En la adolescencia las mentiras adquieren una significación mucho mayor. Y sus consecuencias son peores porque tienen que ver con cosas como el auto, las drogas, el sexo, el alcohol, la responsabilidad, etc. Por eso es muy común que los padres de los adolescentes entren en pánico ante las mentiras de sus hijos.



Existen buenas razones para acostumbrar a decir la verdad en los humanos a una edad temprana. Todas las sociedades dependen en cierta medida de la buena fe y de la confianza de la gente que vive en ellas. Si cada persona de una sociedad fuera mentirosa, entonces ninguno podría creer nada ni a nadie y el intento de vivir juntos en algún tipo de armonía se deterioraría por completo.


Que hacer ante las mentiras de los adolescentes a sus padres

Cuando los chicos inventan historias, por ejemplo, que tienen un "amigo invisible", todo el mundo piensa que son ilusos, y así es. De hecho, tales historias son una parte natural y aceptable de la vida fantasiosa de los niños. Incluso una mentira directa no es grave porque lo chicos no son hábiles mentirosos y terminan por ser descubiertos con prontitud.


Se les enseña a los pequeños que siempre es bueno e importante decir la verdad a papá y a mamá, y si las mentiras no son demasiado frecuentes, es muy satisfactorio comprobar que el mensaje ha sido bien recibido y aceptado. Ahora bien, cuando un adolescente miente a sus padres, éstos a menudo tienen la repentina sensación de que les ha ocurrido la mayor de las calamidades.

Combatir las resacas

Las resacas causadas por beber alcohol en exceso, son mucho más fáciles de prevenir que de curar, afirman varios médicos, que amablemente nos facilitaron estos consejos para combatir las resacas:

Remedios caseros para combatir las resacas

Durante la fiesta...


ESCOGE TU BEBIDA SABIAMENTE. Los vinos blancos y los licores claros son más seguros que los vinos tintos y los licores coloreados, los cuales contienen congeneres causantes de dolores de cabeza. Inclínate por las cervezas de barril sobre las que vienen enlatadas o em­botelladas.

BEBE AGUA. Para evitar la deshidratación, to­ma un vaso de agua por cada bebida alcohó­lica que bebas.

CONSUME FRUTAS Y QUESO. La fructosa acelera el metabolismo del alcohol. Un poco de grasa decrementa su absorción.


Antes de que todo se convierta en una gran mala noche...


COME ALGUNAS GALLETAS Y BEBE AGUA. .Un vaso de agua y un par de galletas saladas pue­den ayudar a rehidratarte, así como reponer algo de la sal que has perdido en al orina.

TOMA UN MULTIVITAMÍNICO. A la vez, has perdido algo de vitaminas del complejo B también. Tu suplemento multivitamínico te abastecerá de nuevo.


A la mañana siguiente...


TÓMATE UNA PASTILLA. Después de una buena tan­da de tragos, los vasos sanguíneos que rodean al cerebro se distienden y se irritan. Además de dismi­nuir el dolor, la aspirina o el ibuprofeno aliviará la in­flamación. Nota: evita consumir acetaminofen.

¡BEBE! Los médicos recomiendan una taza de ca­fé, -la cafeína tiene un efecto constrictivo en aquellos vasos sanguíneos dilatados- y también un trago de Pepto Bismol. Combinar la aspirina y el café puede resultar dañino para tu estómago. Por supuesto, existe un remedio altamente expe­rimentado por muchas personas. Se le conoce como: "¡Beber menos!".

Problemas con el estudio en sus hijos

Momento tedioso para los padres y para el mismo joven que ve arruinadas sus vacaciones. Llevarse materias a diciembre o a marzo es momento para ponerse manos a la obra: ayudarlo a organizarse con horarios de estudio y exigirle día a día una determinada cantidad de material estudiado.


En la escuela primaria todo parecía difícil, sin embargo a medida que se crece, el estudio es cada vez más complicado.


Como tratar los problemas con el estudio en sus hijos


En el secundario deben comenzar a ser más responsables y el estudio les corresponde sólo a ellos, es decir sentarse a leer y estudiar porque de lo contrario se llevan materias a diciembre o marzo, con el consiguiente peligro de perder el año.


La situación se complica aún más porque el adolescente en su desarrollo natural comienza a exigir autonomía, ya que forma parte de su evolución psíquica, cuando tal vez aún no está preparado para manejarse solo.


A veces a los padres les resulta casi imposible intervenir en sus cosas, y de pronto llega el fin del año escolar y una certeza tan temida: se quedó en varias materias.

Señales corporales de enfermedades

Generalmente, a nosotros los hombres no nos gusta ir al doctor. Siempre pensamos que esa opresión sobre el pecho, o algo que no está bien en nuestro estómago, se aliviará tomándonos el resto del día para descansar.


Así,  terminamos  por ignorar lo que nuestros síntomas nos dicen hasta que nos vemos tirados en una camilla con suero y una máscara de oxígeno.


He aquí una pequeña guía para esos dolores inesperados que requieren un chequeo de medicina general:


Cabeza: Un dolor de cabeza que persiste por más de 72 horas, debe prevenirte para hacer actividades normales; si éste se en­cuentra acompañado de problemas de visión y coordinación, así como si se te dificulta pensar claramente y se presenta fiebre o vómito, puede tratarse de algo más serio.

Posibles problemas: Presión arterial alta, hemorragia cerebral, tumoraciones o meningitis


Pecho: Un repentino y severo dolor por más de un minuto, acompaña­do de problemas al inhalar o exhalar aire, además de sudor y dolor en cuello y brazos.

Posibles problemas: Ataque al corazón o angina de pecho.


Abdomen: Dolor repentino y severo por más de 4 días en el que no se tolera ningún alimento, acompañado de constipación o diarrea, así co­mo sensación de asco.

Posibles problemas: Apendicitis, úlceras, envenenamiento por comi­da, irritación estomacal.


Espalda: Dolor que dura más de 72 horas. Es tan severo como para in­terferir en las labores dianas y además se intensifica cuando levantas una pierna.

Posible problema: Disco herniado


Genitales: Frecuente dificultad para orinar o para detener el flu­jo de orina.

Posibles problemas: Benigno alargamiento de próstata o cáncer de próstata.